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La capital de Bali es Denpasar, situada en el sur de la isla, supera el medio millón de habitantes, por lo que también es la ciudad más grande y la mayor congregación de habitantes de toda la zona. Bali es reconocida como destino turístico para todo el planeta y no es difícil encontrar a gente viajera de Europa, Estados Unidos o la propia Asia (Singapur y Japón) de visita por la isla.
Bali cuenta con una cultura autóctona rica, grandes fiestas y mucho colorido, muy al estilo del sudeste asiático. Aun así, este pequeño oasis del mundo cuenta con un arte propio y un folklore digno de conocer. Además, la isla de Bali es uno de los lugares de vacaciones predilectos del mundo, pero gracias a su estacionalidad alargada (que ocupa buena parte del año) el visitante no se verá en invadido por otros turistas, por lo que sigue manteniendo una virginidad poco vista en la zona.
BALI, LA ISLA DEFINITIVA
La isla de Bali en Indonesia lleva ya cinco años siendo votada por los lectores de las revistas de turismo de todo el mundo como el lugar perfecto, más interesante y más encantador para viajar en vacaciones en todo el mundo. La frase anterior representa las opiniones de muchas personas, muy distintas entre ellas. Ser elegido el lugar predilecto para pasar las vacaciones en todo el mundo, sabiendo que existen destinos bellos y marcos incomparables como pueda ser París, Tokio o Bangkok, es todo un logro. Bali es el destino preferido de todos. Una confianza que la isla siempre está dispuesta a devolver en forma de gente agradable, paisajes únicos, temperaturas cálidas y suaves y templos bellos, perfectamente perdidos entre las montañas de su orografía.
Bali está en constante cambio, es dinámica y orgánica. Ha recibido un gran impulso económico en los últimos años gracias al turismo, el local y el internacional. Este desarrollo rápido en la economía se debe a las destinaciones de todo el mundo, ya sean vecinos de otras islas indonesias o de cualquier lugar del mundo. Este empuje económico no ha hecho mella en la naturaleza única de la isla, sino que ha ayudado a su preservación. El gobierno realiza desde hace años acciones para mantener virgen una isla preciosa, sabiendo que será así cómo se mantenga en las próximas décadas.
¡No lo dudes, Bali es única! La isla de Bali ofrece una increíble variedad de atracciones turísticas y existen incontables razones por las que los visitantes que vienen a disfrutar de unas envidiables vacaciones vienen y, más tarde repiten. La Isla de los Dioses ofrece, entre tantas decenas de posibilidades que comprobaremos más adelante, una cálida bienvenida al visitante por parte de los balineses, la cultura viva y vibrante, la belleza física de las montañas y los parajes naturales y su clima regular durante todo el año. Todo ello hace de Bali un lugar perfecto para visitar y descansar, perfecto para vivir y recorrer. Por algo ha sido considerado “Ultimate Island Holiday Destination”, el destino vacacional perfecto.
Sus gentes son sencillas y simpáticas, Bali es un lugar seguro y fácil para convivir. Está alejada de la peligrosidad de las grandes urbes. Son pueblos, con recibimientos amigables y con la cultura de la bienvenida por bandera. Es difícil que el visitante tenga problemas si se respetan algunas reglas básicas, como en cualquier lugar del mundo. Se puede disfrutar de una estancia para el recuerdo sin más problema que el decidir qué templo elegir para visitar.
No dudéis en buscar restaurantes y atracciones, Bali ofrece una cultura única, directa y llamativa. Esta isla ofrece desde destinos y hoteles básicos para el viajero ávido de aventuras como otros establecimientos de lujo para quien desee visitar Bali a golpe de talonario. Lo tiene todo. Cada turista puede encontrar su experiencia, y todas ellas de calidad, arropadas siempre por una cultura y una gente sencilla que estará siempre dispuesta a ayudar al visitante.
Bali es así, y el visitante podrá comprobarlo tan sólo ponga un pie en tierra. La serenidad de sus gentes y la belleza de unos paisajes de cuento están al alcance de cualquiera. Podréis ir desde el centro de su ciudad más grande a la montaña más íntima en apenas media hora, es la grandeza de una isla que lo tiene todo muy cerca, a un simpe paso, a un trayecto en coche.
Existe turismo de masa, como hemos comentado anteriormente, pero este turismo se divide en muchos meses del año. Podremos encontrar a otros turistas en enero, febrero, abril, agosto o noviembre, pero nunca una masificación exagerada que pueda convertir nuestro viaje en un desastre. Viven del turismo, pero también saben que deben ofrecer experiencias ricas y paisajes vírgenes para ello. Por eso sus habitantes y su gobierno mantienen de manera férrea las exquisiteces naturales de la isla. La vida en la ciudad se hará incluso sencilla y podremos probar los manjares típicos de Bali sin acudir a un restaurante o a una aldea lejana perdida entre montañas. Los negocios pequeños, las tiendas callejeras, los spas, los restaurantes de Bali siguen siendo regentados por gente autóctona. Encontraremos la cultura balinesa en cada recodo de sus calles, al estilo balinés, con la ropa y las indumentarias clásicas del sudeste asiático y de Bali en particular. Todo en Bali huele a Bali y sigue siendo Bali. Y eso es una gran noticia que los visitantes deben agradecer.